miércoles, 3 de enero de 2024

Accidente

Despertar

Como cada mañana Mateo corre de un lado a otro de la casa preparando a los niños para el colegio mientras ellos aún somnolientos se sientan en el sofá y encienden la tele para ver un par de capítulos de Gumball y al mismo tiempo tomarse sus cereales de desayuno.

Mateo organiza la lunchera de cada uno, y les recuerda que deben cepillarse los dientes después de desayunar. Los riñe por no peinarse y para que dejen de jugar en la sala con el balón.

Judith está en el baño dándose su ducha matutina, hoy le toca lavado de cabello con lo que se demorará más en salir. En su teléfono celular inicia Spotify y le da play a la lista que utiliza para bañarse, la primera que suena es "I'm still standing" y la pone a todo volumen.

Judith es de las mejores abogadas de la ciudad y trabaja para una importante firma en Madrid. Trabaja muy duro y estos momentos son de relax y solo para ella. Mateo intenta que los niños no la molesten porque sabe que es uno de los pocos minutos en el día que tiene para desconectar.

Mateo al contrario, es un programador asalariado que trabaja para una consultora con más de 5000 empleados a nivel nacional. Está asignado a un cliente junto con otros 30 programadores que se encargan de dar mantenimiento al software principal de la empresa. Luego de la pandemia trabaja remoto desde casa y se ve con alguno de sus compañeros de trabajo un par de días a la semana para intentar recuperar la rutina del desayuno, café y tertulia que antes era lo normal y que ahora ha cambiado por estar sentado más horas frente al computador en la habitación que ha acondicionado para cumplir con sus tareas.

Mateo se despide con un beso de su esposa y le dice a los niños que salgan que es hora de marcharse. Judith sale corriendo con la chaqueta a medio poner, baja a la -2 por el ascensor, se sube al suv y arranca.

Adicción

Mateo vuelve a casa luego de dejar a los niños y se conecta directamente al MS Teams porque tiene el daily, todos aparecen con el micrófono apagado menos Martín que se le escucha hablar con una mujer que parece ser su novia, Mateo le escribe por el chat privado que cierre el micrófono. Martín es un compañero de trabajo de Mateo con el que queda cuando va a la oficina, para comer y algunas veces se toman una cerveza en un bar que queda cerca al finalizar la jornada. Sólo un par porque debe ir a buscar a los niños.

Martín es soltero y acostumbra a salir casi todos los días de fiesta y a ligar, pero también le gusta mucho llamar a escorts, ya sea para ir a su casa, verse en el apartamento que ellas tienen o en algún hotel. Siempre le comenta a Mateo que si alguna vez lo hace debe tener en cuenta ciertos tips, para que no lo timen. Mateo luego de escuchar al colega por un buen rato le pregunta.   -¿Cuantas veces a la semana te ves con esas mujeres?, - Unas dos o tres veces, depende de la semana...Mateo frunce el ceño y vuelve a preguntar - ¿Pero y cuánto dinero cobran por hora?, - Depende de la chica, unos 200€ o 300€, y si me apetece que hagan algo especial, pues ese día puedo llegar a pagar unos 450€. Mateo saca cuentas y no le dan los números, entendiendo que Martín debe tener un sueldo bruto anual parecido al de él.

- Por ejemplo, fíjate esta chica, dice en su ficha que tiene 19 años, recién llegada y es latina. Nos podemos ver en su apartamento, puede venir a mi piso, pero tendría que pagarle el taxi o vernos en una habitación de un hotel. Tiene tres símbolos de €, lo que indica que entre 300€ y 400€ cobra la hora y que una telefonista atenderá la llamada. Las fotos están retocadas, la cara la enseña pero cuando te encuentres con ella no será igual. Trabaja full time, seguro va llegando de su país y la trajo la mafia Colombiana o Panameña y tienen que rentabilizar el pasaje y los gastos de la chica. La mafia Rusa también tiene su nicho de mercado bien atado, tienen sus propios pisos y con cámaras de seguridad que los clientes no saben que están ahí. Me lo contó Eva, una chica de 1,83 que es una belleza.

O esta otra, dice que tiene 25 años, pero la llevo viendo en la web desde hace 3 y sigue teniendo 25, no cambia las fotos, la cara la tiene difuminada, y solo tiene un € en su ficha. Nunca vayas por ella, si no quieres llevarte una decepción. Trabaja solo con citas concertadas, seguro tiene otro trabajo con horario fijo y debe buscar un hueco para quedar con el cliente.

Mateo lo interrumpe - Me tengo que ir, ya es hora de buscar a los niños... - Tranquilo, después te sigo explicando. Y Mateo piensa, ¿Quién te dijo que quería seguirte escuchando?

Martín sigue revisando la web y contacta con una chica que no tiene intermediario, es decir, trabaja por su cuenta y se citan en una hora en el apartamento de ella. Se termina la cerveza, paga la cuenta y se va. Cuando llega al apartamento le abre la puerta una trigueña alta, con casi el metro setenta y cinco, el cabello largo azabache y los ojos verdes, de unos treinta y muchos, lo besa en la boca y lo invita a pasar - Martín, cariño, te estaba esperando.

Rutina

Mateo y Judith estaban inmersos en la rutina y ninguno de los dos hacía nada por safarse de ella. De vez en cuando Judith salía con sus amigas a tomarse algo, él con sus amigos a jugar Pádel o con algunos padres del cole a ver un partido de fútbol. 

Los viajes eran muy planificados en las fechas estándar...semana santa y verano. Ella viajaba más porque así el trabajo lo requería y los aviones y el aeropuerto ya le aburrían.

Mateo decide tomar la iniciativa y busca una niñera para que se encargue de los niños esa noche. El plan es cenar, luego ir a tomar algo y rematar la velada en un hotel en el que ha reservado por un par de horas, más que suficientes para desfogar y poder intimar de forma placentera y sin interrupciones por parte de los críos. A la reserva de la habitación añade champán y chocolates y así darle un toque de romanticismo y sensualidad. Pero la sorpresa se la ha llevado él, Judith ya tenía planes y no se lo había dicho, - Pero cómo se te olvida decirme que vas a cenar con tus compañeras y compañeros de trabajo, es que no lo entiendo de verdad. Grita alterado Mateo mientras Judith se excusa en que está todo el día en un constante estrés y que se le olvidó. - Pues nada, cancelo la reserva, cancelo a la niñera y todo a la mierda. Vuelve a gritar Mateo, pero esta vez Judith no le dice nada.

Mateo se sienta en la cama y decide no cancelar nada, saca su celular del bolsillo y le escribe un mensaje a su colega Martín, - ¿Cómo estás?, mira el mensaje, se ha entregado y lo ha leído pero aún no recibe respuesta. - Disculpa que te moleste pero me podrías pasar la información de las chicas de las que me estuviste hablando el otro día. Mateo decide no perder la reserva y a pesar de no haberlo hecho nunca, intentará cenar y quizás no terminar la noche en blanco. - Por supuesto amigo, esta es la URL...www.privescorts.com, ahí encontrarás chicas muy serias, discretas y de calidad. Suerte con eso...luego me cuentas.

Mateo copia la URL y abre un navegador en modo incógnito, como programador sabe que eso no dejará rastro en su historial y evitará que aparezca en futuras búsquedas que quizás no haga él. La página se carga y le permite filtrar por rango de edades y costo. Piensa que no debería gastarse mucho dinero y selecciona el rango de entre 150 y 300€. Sigue pensando y decide no marcar rango de edades a ver qué sale.

En la lista salen mujeres hermosas, altas,  bajas, trigueñas, rubias, de diferentes nacionalidades (Brasileñas, Dominicanas, Españolas, Rusas, Polacas, Venezolanas, Argentinas, entre otras). Una es más bella que la otra y no se decide. En eso Judith ya está lista, entra al cuarto y él nervioso bloquea el teléfono para que no vea lo que está haciendo. - Disculpa de verdad, se me pasó, después te compenso y hacemos un viaje todos juntos y te prometo que la pasaremos muy bien, le dice Judith. Mateo sale del cuarto y se encierra en el baño, se sienta en el WC y desbloquea el celular para seguir con su investigación. Judith le toca la puerta, se acerca lo más que puede y le dice en voz baja para que los niños no la escuchen -No me parece que tu actitud sea la de un adulto, me voy porque llego tarde, mañana lo hablamos con calma. 

Mateo escucha la puerta cerrarse y continua revisando la lista, en eso tocan el intercomunicador, es la niñera, piensa. Sale corriendo y le abre, la recibe y le explica lo que debe hacer, ella asiente y empieza a preparar todo. Él vuelve al cuarto, le escribe a una chica full time y sin intermediarios. - Hola Britney,  ¿tienes disponibilidad para hoy a las 21:00? La respuesta fue inmediata - Hola cariño, claro, ¿dónde nos vemos? Mateo le pasa la dirección y se prepara para el encuentro.

Primer encuentro

Mateo llegó al restaurante minutos antes de la cita con Britney y pidió una botella de vino tinto Ribera del Duero que le gusta mucho. Ambas copas estaban ya servidas para que el vino pudiera respirar lo suficiente. En eso entra una mujer hermosísima por la puerta y le indica al maitre que la están esperando. Mateo ya le había avisado al llegar que una mujer preguntaría por él y que la llevara a su mesa. El maitre cumplió al pie de la letra las órdenes del cliente.

Mateo se levanta y saluda a la hermosa mujer con dos besos, le presenta la silla para que se siente y ella se sienta sonriendo ya que le agrada el gesto de caballerosidad de Mateo. Él se sienta y se le nota muy nervioso, ella lo calma tomándole la mano. - Tranquilo que a día de hoy no me he comido a nadie, bueno, depende de lo que se entienda por comer. La chica le hace un guiño de forma muy sensual. Él se calma un poco y propone un brindis tomando la copa - Por una noche especial. - Por una noche inolvidable, replica ella. Las copas chocan, ella lo mira mientras bebe, pero él no le sostiene la mirada.

- ¿A qué te dedicas? Le pregunta ella para romper el hielo, soy carpintero. Martín le comentó que nunca dijera nada de su vida, así como haría ella. -¿Carpintero? Y me traes a este restaurante que es uno de los más elegantes de Madrid. No te creo. - La verdad es que vengo ahorrando desde hace tiempo para esta ocasión y no quería que fuera algo normal. - Ok, le responde con incredulidad la mujer.

Cenan y él le comenta que tiene reserva en un hotel y que si lo quiere acompañar. Ella le vuelve a tomar la mano y le dice - Estoy aquí para complacerte e iré a donde me lleves. Mateo nota el efecto de la mujer en su cuerpo y pide la cuenta de forma algo agitada. Bajan al estacionamiento y ella lo besa, Mateo sorprendido por el beso no duda en rodear a la mujer con su brazo por la cintura y pegarla a su cuerpo. -Muy bien, dice ella...una vez sentados en el auto ella lo mira y se quita la ropa íntima, su lengua rodea su boca y le pasa una pierna y se sube sobre él. -Pero...dice Mateo, -Shhhh dice ella mientras que con su mano izquierda le abre la cremallera, le saca el miembro y deja que la penetre.

Una vez en el hotel, lo vuelven a hacer tres veces más, no le hizo falta el cialis que había comprado, no fue necesario. Cuando se percata de la hora, ya era tarde y le dice que debe volver. Le deja a la mujer sobre la mesa de noche 900€ por sus servicios y le pide que se cambie y se vaya porque la habitación ya está fuera del horario que había reservado. Ella en la cama desnuda lo mira y asiente. Él vuelve a casa y pasa por la habitación de los niños, los besa y al entrar a su cuarto Judith dormía. Se desviste y se acuesta a su lado.

Desenfreno y desilusión

Los encuentros entre Anna (su verdadero nombre) y Mateo eran cada vez más frecuentes, él buscaba cualquier excusa para verse con ella. Un día se olvidó de ir a buscar a los niños y eso le causó problemas en la casa, pero no evitó que continuara con sus tórridos encuentros. La verdad es que a pesar de lo grave de la situación, él solo pensaba en ella, día y noche, se sentía como cuando tenía 20 años, lo hacían en todas partes y varias veces. Ella se sentía muy a gusto con él, pasaban horas en su apartamento, le cocinaba y hasta tenía ropa de él ahí. 

Un día acostados en la cama luego de hacer el amor él le dice -¿Te gustaría que me viniera a vivir contigo?, le soltó una bomba a Anna que abrió los ojos y parecían dos platos llanos, ella no sabía qué decirle, - Bueno, si no quieres no pasa nada, pero que sepas que estoy dispuesto a dejar a mi esposa por tí. - No lo comprendes Mateo, mi vida es muy complicada, es más que esto que estamos viviendo. Yo sigo trabajando, no estoy en exclusiva para tí y no pienso dejarlo. Me gusta ser independiente, tener mis cosas, poder viajar sin depender de nadie. Es verdad que me gustas mucho, que la paso fenomenal contigo, pero vivir juntos, no lo veo. Podemos seguir viéndonos y pasarlo rico, pero nada de compromiso.

Mateo asintió y se sentó a un lado de la cama, bajó la cabeza y meditó por un momento antes de levantarse para ir a ducharse. Anna lo miraba mientras entraba al baño y en ese instante recibió un mensaje de un cliente. Lo lee y pone boca a abajo el celular, se va al baño y se mete en la ducha con Mateo. Ella sabe que será la despedida porque la situación se le ha ido de las manos y no quiere seguir adelante.


Desenlace

Han pasado 3 meses desde la última vez que Mateo y Anna se habían visto. Él insistió varias veces en encontrarse con ella, pero siempre lo rechazaba, así que entendió que todo había acabado y era mejor que cada quien siguiere su camino. Se refugió en su trabajo y en los niños, que día a día veían como sus padres estaban más distantes.

Una tarde Judith quedó con sus amigas y Mateo estaba en casa con los niños cuando recibe una llamada de Martín - Aló Mateo, ¿qué tal todo?, - Todo bien, aquí en casa con los niños - Tengo una proposición, voy a salir con una de mis amigas y he cuadrado otra para tí, ¿qué dices?, Mateo sin pensarlo mucho le dice que sí, que llama a la niñera y se aparece donde le diga -Pásame la dirección del sitio y ahí estaré.

Mateo lo organizó todo y salió al encuentro con Martín, por el camino solo pensaba en Anna. Al entrar al restaurante del hotel Esperia, Martín estaba de frente levantando el brazo y agitando la mano para que lo viera, con él dos mujeres, una de espalda con el pelo negro azabache que le caía por detrás de la silla, la otra chica era ella, era Anna, el corazón le empezó a latir a 1000 por hora y las manos le sudaban a pesar del frío que había en el lugar. Fue dando pasos cortos para intentar controlar la respiración pero no dejaba de mirarla y eso hacía que fuese imposible lograrlo. Por fin llegó a la mesa y se paró en frente de Anna, le extendió la mano y le dijo - Hola, mucho gusto...me llamo Mateo. La otra mujer voltea y lo mira fijamente, pero Mateo estaba absorto viendo a Anna, cuando Martín le dice, - Eyyyy Mateo, ¿qué pasa? ¿qué te parece Britney? Es guapa ¿no?... - Sí, responde Mateo sin dejar de mirarla. - Te presento a Paz, mi acompañante, ella es mi preferida, nos vemos al menos una vez a la semana...Mateo le suelta la mano a Anna y se gira para saludar a Paz, al mirarla traga grueso y se pone blanco como un papel, - ¿Qué te pasa Mateo?, parece que has visto a un fantasma. No era un fantasma, era Judith, su esposa, su esposa que no trabajaba como abogado, ni salía con sus amigas, ni iba a reuniones de trabajo, bueno, ahí sí me decía la verdad, pensaba Mateo, mientras que veía a Judith y no sabía como reaccionar. 

Ella se levantó y se dirigió hasta la puerta, mientras que Martín la llamaba, pero de repente se detuvo en seco y volvió a la mesa, - Un placer, y le planta dos besos a Mateo. - ¿Qué te pasó? le pregunta Martín todo consternado. - Nada, le responde de manera cortante, - Y entonces, ¿Desde cuándo sales con Martín a encuentros como éste?, le pregunta a Mateo. Él la mira y hace un movimiento con la cabeza de incredulidad, no puede asimilar que su esposa con la que tiene dos hijos, con la que ha pasado 15 años de su vida y que pensaba que conocía bien, tuviese una doble vida y trabaje como escort. - Es la primera vez, le responde Martín, - Nunca quiere salir conmigo, mira que lo he invitado un montón de veces pero nada, siempre está pendiente de su familia. Aunque la mujer lo siga tratando como a un pelele, el nunca me acepta las invitaciones. No la conozco, pero debe ser una frígida y amargada, para tener a mi amigo en esta situación. Ahora que recuerdo, hace un tiempo...pero Mateo que seguía de pie no dejó continuar a Martín y le dice - Esto ha sido un error Martín, mejor me voy a casa. Anna se levanta y lo sigue, lo agarra del brazo y le pregunta ¿Qué acaba de pasar?, - Es mi mujer, le dice Mateo y se marcha del resturante. Anna quedó fría y por un lado le pasaron Martín y Judith que le dicen, - Vamos a alcanzarlo, - No, le dice ella, - No quiere el servicio, mejor lo dejamos ir, ¿Qué opinas de un trío?, Mateo tomó del brazo a Judith y del otro a Anna y subieron a la habitación.

En la habitación y mientras Martín estaba en el baño, Anna le pregunta a Judith - ¿Conoces a ese hombre?, - No, le dice ella. Judith solo pronunciaba monosílabos, estaba como ida, - ¿Estás bien?, - Sí, respiró profundo y sacó uno de los dos celulares que llevaba en la cartera, miró a ver si Mateo le había escrito, pero no había nada. Lo guardó y sacó el del trabajo, abrió el Telegram y empezó a escribir, mientras que Anna intentaba ver lo que escribía. Ambas estaban nerviosas, pero Anna como conocedora de toda la situación intentó que no se le notara nada y siguió con el protocolo, al igual que Judith, que después de escribir el mensaje, guardó el celular en la cartera e hizo lo que debía hacer, complacer al cliente.

Mateo iba caminando sin rumbo fijo, estaba desconcertado y sin saber muy bien qué iba a hacer, se detuvo delante de un bar y entra, solo había un señor mayor tomándose una cerveza en la última mesa del lugar. Se acerca a la barra y le pide al encargado un shot de whisky, lo empieza a mirar, cuando un hombre que estaba sentado a su lado le dice con acento extranjero, como si fuera ruso - De un solo golpe, para que duela menos, Mateo lo mira y se extraña porque al pasar la vista no lo vio, debió ser un error, pensó, asiente y se lo bebe. - Otro, por favor. - ¿Una noche mala? le pregunta el vecino, - Un poco, le responde Mateo, pero esta vez sin mirarlo. - El alcohol no es la solución, hace que cometamos locuras e imprudencias y no queremos que cometas imprudencias Mateo. Mateo dejó de mirar el vaso y miró al frente, sacó dinero y lo dejó en la barra, se bajó de la silla y salió del bar. Aceleró el paso y cruzó en la siguiente esquina que se encontró, esperó un momento a ver si el tipo lo seguía, pero al no aparecer empezó a correr mientras iba mirando atrás, cuando de repente sintió un empujón que lo sentó de culo. - ¿Por qué corres Mateo?, solo queremos estar seguros que el nuestro pequeño secreto está a salvo contigo y que no le dirás nada a nadie. - A nadie, a nadie, le dice Mateo. - Muy bien, te creo Mateo, te creo. El tipo le ofrece ayuda para levantarse la cual Mateo acepta, pero en un acto de locura le da una patada en la entrepierna al tipo que cae de rodillas, Mateo sale corriendo pero no llegó muy lejos. Se escuchó una detonación que lo atravesó por la espalda, Mateo cayó boca abajo, había una segunda persona que ayudaba al tipo. Se le acercó a Mateo, lo puso boca arriba y le asestó otro tiro en la frente. Le sacaron la cartera, el reloj y los zapatos para que pareciera un vulgar robo con resistencia.

"Polvo somos, del polvo venimos y en polvo nos convertiremos", con esa frase termina la ceremonia el cura en el entierro de Mateo. Su viuda estaba con sus dos hijos, toda de negro y con anteojos oscuros. Amigos y familiares todos muy tristes por la tragedia que embargaba a la familia.

Uno de los compañeros del trabajo de Mateo le comentaba a otro - Increíble que la misma noche muriera Mateo y Martín. Bueno, pero distintas situaciones, uno por un robo y otro con una prostituta, que por cierto murió a su lado también. Según leí en la prensa, Martín la golpeó y ella sacó un arma, en el forcejeo le disparó a ella, entró uno de los tipos que las acompañan y le disparó a él. Por lo que dicen, Martín era muy putero y le gustaba mucho ese tipo de encuentros. A mí un día me contó todo lo que hacía, me pareció que estaba loco y ni lo tomé en cuenta.

Los abuelos se llevaron a los niños y Judith quedó sola frente al ataúd. Se le acercaron dos hombres muy elegantes, - Son cosas que pasan e hiciste lo que tenías que hacer, no podíamos dejar cabos sueltos.

Esa noche en la habitación, Judith recibió fotos y videos de Mateo con Anna, con lo que entendió que ella sabía todo y estaba intentando disimular. El que le envió las fotos le dijo que se debía deshacer de ambos, y así hizo.

Los hombres se alejaron y ella lanzaba una rosa blanca sobre el ataúd de Mateo mientras desaparecía de su vista.

FIN.