domingo, 10 de enero de 2016

De vuelta al terruño

Dos años sin visitar a mi país se resumieron en 15 días, días que pasaron raudos y veloces cual bólido de fórmula uno dejando a su paso momentos de disfrute intenso junto a la familia y amigos (faltaron algunos), días de celebración, risas, besos y abrazos sinceros, días que hicieron que mis hijos sintieran el calor y amor de toda la familia que tienen pero que la distancia no permite estrechar lazos y cuyo sentimiento afloró en el momento de la partida cuando ambos sin entender lo que pasaba en su interior se llenaron de tristeza al ver como las manos de su gente se agitaban al despedirlos.


Esos días también dejaron una profunda huella de la desidia en la que se encuentra mi ciudad, me entristece ver como involucionó y donde hubo luz ahora hay oscuridad, donde hubo orden ahora hay caos, donde habían jardines ahora hay desiertos, donde había limpieza ahora reina la basura, no quiero decir que antes todo era perfecto y que vivíamos en un mundo de color y fantasía porque no lo era, sin embargo cosas tan básicas como respetar la luz del semáforo a plena luz del día se han perdido producto de la inseguridad reinante "-para en verde y arranca en rojo" fue el consejo de todo al que le comentaba que andaba en carro. Lo cierto es que todo aquello que costó construir y levantar con esfuerzo, en pocos años ha sido destruido auspiciado por un gobierno que desde que tomó el poder en 1999 solo ha apostado por ver un país sumido en lo que es ahora.



Los jóvenes emigran a países que antes veían salir a su población por las pocas oportunidades y recursos que podían ofrecer, esos mismos que han recibido regalos desmedidos de parte del gobierno venezolano quien sin ningún tipo de reparo o control vació las arcas robando y malgastando el dinero que pertenece a todos y ahora caminamos sin rumbo en una economía absurda de una moneda que no tiene ningún valor, donde la gente pasa gran parte de su tiempo en colas kilométricas para comprar productos de costo irreal, un país cuyo gobierno es detractor del consumismo y capitalismo pero que obliga a sus ciudadanos a tener una tarjeta de crédito si desean viajar al exterior y poder adquirir divisas que deberían estar reguladas por el libre mercado en vez de estar controladas por el gobierno, donde las personas andan con bultos de efectivo para comprar 5 manzanas en la frutería que está en la vía, donde el dinero que se utiliza para llenar el tanque de gasolina no sirve para nada solo para eso, con el billete de mayor denominación solo puedes comprar dos torontos (si tienes suerte), sin hablar de las peripecias que hay que hacer para conseguir medicamentos y/o productos de primera necesidad y los grupos de mensajes instantáneos de familia/amigos o redes sociales son indispensables para poder obtenerlos y no morir en el intento.



Todo parece perdido pero sigo teniendo fe que las cosas mejorarán porque el país cuenta con gente buena, trabajadora, amiga y con espíritu de unidad que podrá hacer la diferencia, de esos tengo la suerte de conocer un montón que forman parte de mi círculo familiar y de amigos cuya gran calidad humana es su sello de identidad.


Quiero hacer especial mención a mi primo Víctor Alejandro cuya fuerza de voluntad y valentía lo ayudarán a salir adelante, a todos los enfermos que hoy luchan no pierdan la fe que todo mejorará.



Un abrazo y hasta la próxima...gracias a tod@s por los bellos momentos!


Mi nombre es Kassem y soy Zuliano


A la señora Dulce...que su alma descanse en paz.