jueves, 17 de marzo de 2016

20 años no es nada

Se ha escrito tanto acerca del amor, canciones, poemas, versos, frases y pareciera que todo está dicho, que es llover sobre mojado o redundar, pero en el amor nada está dicho, no es redundante, es una experiencia única que cada ser humano vive de una forma diferente, lo pinta del color que más le guste, lo viste de gala o con pijama, lo acompaña con vino o agua, lo adorna con regalos, flores o palabras.

Nuestra aventura surgió hace muchos años y por el medio momentos buenos y otros no tanto, subidas y bajadas pero juntos, no es un cuento de hadas ni mucho menos, no comienza con el típico "Érase una vez...", pero nuestro objetivo común es "...y vivieron felices por siempre". 

La felicidad de una pareja no se mide por el tiempo en el que no discuten o coinciden sus puntos de vista, tampoco se trata que una de las dos partes asienta todo y diga amén solo por el hecho de "no molestar" o "evitar discutir". La felicidad según mi punto de vista se logra con respeto, amor, comprensión, comunicación y esas peleas que terminan con una reconciliación bajo las sábanas.

Hace 20 años con 0 novias en mi haber y 0 relaciones (lo cual no me avergüenza), me declaré fanático número uno de la mujer que hoy en día es mi compañera, amiga, amante y la madre de mis dos hijos. Hace 20 años comenzamos una aventura que hoy se consolida bajo la mirada de dos "enanitos" que con sus locuras, abrazos y besos refuerzan cada día este amor. 

Hace 20 años en la última sala de las "cubis" me lancé y dejé a un lado mi inseguridad y le dije que pensaba mucho en ella, que no la podía sacar de mi mente y que si no lo decía iba a reventar, fue una declaración que fue respondida con un "yo soy muy complicada" y que selló con un beso cerca de los labios el cual me dio un atisbo de esperanza en la incertidumbre de ese sentimiento que no sabía si era del todo correspondido. 

Fue hace 20 años en una sala de cine, con las luces apagadas, imagino que para evitar que viéramos nuestras caras ruborizadas por el calor de la situación, que con un beso interminable le dimos inicio a nuestra relación y no digo amor porque aunque ninguno de los dos lo confesáramos, desde mucho antes ya lo había.

Desde entonces lo vívido no se resume en unas líneas, ni se puede explicar, es verdad que no ha sido todo color de rosa, somos seres humanos con virtudes y defectos, que cometemos errores, que el perdón no es inherente al amor, más el amor verdadero sabe como buscar soluciones y salidas al devenir de acciones de las que en un momento determinado pudieron causar daño.

Hace 9 años formalizamos ante la ley nuestro amor como requisito social de un hecho que no se firma en un papel y que no hace falta registrar en un libro, que celebramos entre familia, amigos, con bebida, comida, con música y brindis, pero que no se compara con aquel 14 de marzo del 1996.
  
Para ti y para ellos!


Mi nombre es Kassem y soy Zuliano